El aprendizaje se expresa en conocimientos, valores, habilidades, competencias en relación con múltiples ámbitos de la vida. A través de él se alcanza el desarrollo personal, se accede a la cultura, y se adquieren las herramientas para participar activamente de la vida social.
El reto del aprendizaje y en consecuencia de las plataformas de aprendizaje en línea es estructurar y organizar una serie de experiencias, actividades, desafíos, experimentos y demás herramientas que influyan de manera adecuada en el estudiante y lo motiven a buscar nuevas experiencias.
Proceso de construcción del aprendizaje
El aprendizaje se concibe a través de un proceso de construcción de algo nuevo, a partir de lo que ya se sabe de algo. Por lo tanto, el conocimiento no es estático, es dinámico y se reasigna en el proceso. Para generar un desarrollo más integral del participante en un proceso de formación creativa, se deben dar estas condiciones para favorecer el proceso de construcción:
A continuación, se describe brevemente cada uno de estos pasos.
Reconocimiento de experiencias y reconocimientos previos
Se parte de los conocimientos y experiencias previas como punto de referencia para el estudiante, y se le ayuda a encontrar un punto de apoyo sobre el cual articular un nuevo conocimiento. En este punto se debe contextualizar los contenidos, el lenguaje y las actividades, despertando un real interés en la temática que lo motiva a profundizar en la misma.
Participación activa en la construcción del aprendizaje
El estudiante construye su aprendizaje cuando actúa, explora y descubre la realidad, en interacciones con sus pares y con el medio. En la medida que superen obstáculos que se le presentan, se hace más fácil el acceso a nuevos saberes.
Autoestima positiva y altas expectativas de aprendizaje
Desarrollar ambientes de aprendizajes seguros y respetuosos, con límites consistentes facilitan al estudiante aceptarse a sí mismo y conocer sus capacidades y limitaciones.
Ambiente educativo estructurado
La comunicación educativa requiere de espacios estructurados y consistentes. Por lo tanto, debe existir una intencionalidad respecto de qué y para qué son los aprendizajes que se espera desarrollar. Para ello se debe plantear al estudiante una serie de experiencias, actividades y espacios de reflexión que permitan la consolidación de experiencias vividas.
Trabajo colectivo y colaborativo
Un trabajo cooperativo e interactivo entre los estudiantes aumenta el desempeño de éstos. El trabajo colaborativo demanda a los participantes estructurar mejor sus pensamientos e ideas, lo cual impacta en el desarrollo de las habilidades cognitivas.
Reflexionar sobre qué y cómo se aprende
Cuando se tiene conciencia de lo aprendido y de las estrategias que se utilizan para lograrlo, se progresa mejor y más rápidamente. La reflexión permanente con el estudiante acerca de “qué” y “cómo” se aprende, contribuye a este proceso de metacognición. Es un momento de profunda reflexión sobre lo que se experimentó y se aprendió que conduce a crear un sentido claro y coherente para el propio estudiante.